Si nos
pusiéramos a soñar en una sociedad donde el principal enfoque es la educación,
en la cual desde pequeños se les fomenta al saber. Qué hermoso y que cercano
sería el futuro, ¿no creen? Pero evidentemente estaríamos en presencia de una sociedad utópica, no
obstante, soy un convencido que esa fantasía
se puede alcanzar y a su vez derribar a quienes impiden un país educado y nos
siguen enfrascando en su telaraña.
¿Por qué no se fomenta la educación y cultura?
¿Quiénes son los que lo impiden? Simplemente existe un sector de las sociedades
a los que no les conviene mantener a la
población educada. Responden con que “no hay ingresos económicos”, lo que es
una de las tantas excusas, porque ya sabemos
que la educación no es visto como una prioridad y por sobre todo como un
derecho.
Pensemos un momento ¿qué es lo primero que
hacen las dictaduras o régimen autoritarios? Enfocarse en la educación, sin
embargo, de una pésima manera, con innegables carencias y prohibiendo así un
desarrollo cultural para entonces mantener una población sumisa, fácil de
manejar en términos simples les acomoda tener gente que no piense y no esté al
tanto de sus derechos. Pongamos una simple suposición: “A María le dan pan y
ella queda feliz, pero no sabe que le corresponde el pan, y además leche, por derecho” como se hace mención aquella histórica frase “Panem et circenses” (pan y
circo) la cual da énfasis a las antiguas practicas (aunque si nos ponemos a analizar no es una
práctica tan antigua e inclusive sigue vigente) utilizada por los gobiernos
para mantener paciente a la población y claro de pasada le ocultaba sus
derechos.
Si María
hubiese tenido esa ansiada educación hubiese exigido lo que le faltaba, el
problema radica en la conveniencia de poseer una sociedad sin educación y
cultura, obvio mejor mantenerlos apegados al televisor viendo las copuchas del
acontecer nacional antes de que sepan sus derechos.
Ahí reside
la importancia de la educación, si una persona está lo suficientemente educada
sabrá reconocer sus derechos y no cabe
duda de que podrá surgir en su vida debido a que la educación es el motor del
desarrollo de un país. Mejora la educación y mejora la calidad de vida, claro
si todo va entrelazado y anexado como por ejemplo la salud o los sindicatos de
trabajadores que sí tendrían argumentos para hacer valer sus derechos.
"La educación es el arma más
poderosa para cambiar el mundo."
Nelson Mandela.
Para algunos mirar hacia al
lado no es bueno… pero echemos un vistazo hacia Europa exactamente, Finlandia. Son
los líderes de la educación europea y aquel logro no es gratuito sino que es
producto de su sistema educativo. Se basan en un sistema igualitario y
obligatorio que comienza a partir de la edad de 7 años hasta los 16, no sólo
poseen el beneficio de su educación gratuita sino que además consta de un gran
procedimiento alimenticio donde se preocupan de la nutrición de los estudiantes
y todo material relacionado con la escuela igualmente es gratuito. No existe la
exclusión, no preparan a los niños a ser competitivos entre sí (no somos números) y aquellos con
dificultades en aprendizajes tienen ayuda de un profesor especialista.
Por otra parte, el fomento
de la lectura es materia primordial en el país nórdico, el 80% de las familias
van a la biblioteca el fin de semana y con ello, el estímulo de leer proviene
desde la familia.
Otro serio
inconveniente que nos convoca es la lectura, el leer nos hace sabio,
culto, nos invita a reflexionar y es
precisamente, lo que no necesita aquellos que impiden el desarrollo educacional
de una sociedad. Quizás el escaso fomento de lectura que coexiste en nuestro
país se puede ratificar con las cifras concedidas por el Consejo de la Cultura:
el 84% de los chilenos no entiende lo que está leyendo. Indudablemente una
nefasta estadística, sin embargo, es el fiel reflejo de la mala educación que
habita entre nosotros.
Si
supiéramos leer podríamos hablar, si supiéramos hablar podríamos discutir, si
supiéramos discutir podríamos argumentar, si supiéramos argumentar podríamos hacer valer nuestros derechos y si hiciéramos valer nuestros derechos la
telaraña la podríamos desintegrar de una buena vez.
En todo
ámbito la educación comienza por casa por la familia y todo esto es un vil
círculo difícil de romper en muchos casos, me refiero a que si el abuelo no fue educado, el padre tampoco y el hijo y
el nieto y así sucesivamente, algunos salen adelante claro está pero pocos muy
pocos. Por ello, a la madre hay que enseñar, a ella entregarle las herramientas
necesarias para posteriormente, tenga la capacidad de reproducirle a sus hijos
el arte de ser enseñado, ya que ella es su primera maestra.
El sistema
te incentiva a ir y seguir implantado en la telaraña, esa telaraña tejida por los
gobiernos y administrada por “arañas ajenas al país” (países europeos o del
norte de América) pero todo es debido que se le permite engrandecer al telaraña
y sino sigamos con María, quien uno que otro político le ofreció más pan y ella
feliz aceptó.
Ser una
persona educada es sinónimo de ser una gran persona, definitivamente la
educación hace abrir la mente y ver más allá, la visión no gira en torno a un
cuadrado, no hace distinción ni prejuicio en entorno a un determinado ser
humano, no sirve de nada ser un exitoso empresario si a sus trabajadores lo ve
como simples ratas de laboratorio los cuales les ayuda a contribuir su
riqueza. Definitivamente ese empresario no es un ser educado.
"El objetivo de la educación es la virtud
y el deseo de convertirse en un buen ciudadano."
Platón.
¿Cómo
salir de la telaraña? Siguiendo el camino de la educación y combatir para
destruir la nefasta telaraña, entonces necesitamos gente educada que no
contribuya a continuar trenzando la red sino a procrear y fomentar la
educación.
Podrán
argumentar que en Chile sí todos tienen acceso a la educación pero la calidad
no es buena evidentemente, sin embargo, no pueden negar de lo excluyente y segregador
que es el sistema educativo en este país. Los paradigmas sociales continúan,
pareciera estar todo predispuesto para que aquellos que forman parte de
colegios municipales sean los obreros de aquellos que acuden a colegios
particulares.
“La
educación es un acto de amor, por tanto, un acto de valor.”
Paulo Freire.
Si de una
buena vez se enfocarán en el problema y lo atacarán de raíz la funcionalidad y
desarrollo del país crecería. La educación es la mejor arma para combatir, por
ejemplo, la delincuencia, drogadicción, promiscuidad, discriminación y
segregación, por ello insisto en que nos hace ser más humano, la educación
humaniza a las personas.
La educación es el principal motor de
desarrollo de una sociedad.
2 comentarios:
Demasiado buena la columna, te felicito :)
La educación es fundamental en toda población, con ella se pueden hacer grandes cambios y nos deja libre de ser seres sumisos y nos abre la puerta para ser personas pensantes.
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